sábado, 1 de septiembre de 2012

Señales Del Fin

De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. 
(Mateo 24:32-33)

Incendio en Málaga. Otra gran catástrofe se suma en este verano calamitoso. Hay dos tipos de incendio: espontáneos y provocados. Cuando es espontáneo sufrimos la gran pérdida y sufrimos con los afectados. Cuando es provocado, a lo anterior añadimos indignación y deseos de que atrapen a los pirómanos. Lo cierto es que vivimos en un mundo donde impera el mal sobre el bien. La bondad es extraña a este planeta. ¿Cómo puede haber gente interesada en quemar miles de hectáreas de campo y monte con el afán especulativo? Aunque nos quedemos de una pieza hay que reconocer que este tipo de maldad existe. ¿Cómo un padre puede ensañarse con sus dos hijitos y quemarlos fríamente con afán vengativo? Nos puede hacer llorar pero hay que reconocer que el ser humano hace las proezas más gloriosas y las vilezas más negras.


En el capítulo 24 del libro de Mateo están reflejados los últimos avisos con los que Jesús da a conocer a sus discípulos los acontecimientos futuros. Él desea que estemos alerta y no nos durmamos frente a las catástrofes históricas, sean provocadas por la naturaleza o por el mismo ser humano, porque son señales que nos hacen percibir el fin. Todo es un plan bien trazado que Dios ya sabía de antemano y que ahora pone en conocimiento de sus discípulos y en todos aquellos que sepan discernir con sabiduría lo que la Biblia profetiza. Todas las profecías están cumplidas a excepción de las relativas a la segunda venida de Cristo. Esto es así, compruébalo, querido lector, porque si esas profecías están cumplidas ¿qué duda cabe de que las demás se cumplirán una por una?

Jesús nos alerta con respecto a los sucesos futuros en muchas cosas que se hacen patentes ante nuestros ojos.

ATIENDE A ESTAS SEÑALES:

- Los edificios del Templo en Jerusalén serán destruidos de forma que no quedará piedra sobre piedra: el emperador y general Tito demolió el Templo en el año setenta de nuestra era.


- Muchos dirán que son Cristo y muchos serán engañados: constantemente ha habido falsos cristos pero en el fin se agudizará el problema.






- Oiremos de guerras y rumores de guerras: mira cualquier telediario, lee cualquier periódico, escucha cualquier radio, busca en internet ¡guerras y rumores de guerras por todos lados!


- Se levantará nación contra nación: los enfrentamientos por el poder, por el petróleo, por las riquezas están al orden del día.






- Habrá pestes y hambres: enfermedades que asolan la tierra (sida, cáncer, angustia, depresión...) y hambres, la física y la espiritual.


- Terremotos en diferentes lugares: esto es otra noticia diaria para todos nosotros, otra señal del fin.

- Todo esto es principio de dolores: esto no es nada, solamente el principio del fin.



- Los creyentes en Cristo serán perseguidos, aborrecidos y asesinados por causa de Jesús: ¡SÍ!, hoy día en muchos países musulmanes, cristianos están siendo perseguidos y asesinados por el amor que tienen a Jesús. Si no tienes noticias de esto, no te extrañes, porque al poder reinante no le interesa este tipo de noticias.


- Muchos cristianos perderán su fe y se aborrecerán y se entregarán unos a otros a los perseguidores y aborrecedores de Cristo: muchos se están enfriando y apartando de Jesús y su Iglesia. El próximo paso se dará a buen seguro.


- Proliferarán los profetas y engañarán a mucha gente: esta profecía se cumple cíclicamente.





- El amor de muchos se enfriará como resultado de tanta maldad en nuestro mundo. El que persevere hasta el fin será salvo: por esto se apartan de Jesús ya que el amor que hay en ellos por Él se enfría. ¡Debemos prepararnos para perseverar si somos creyentes en Jesús!



- El mensaje del evangelio será predicado en todo el mundo, para dar más oportunidades a las naciones a que se vuelvan a Dios, entonces vendrá el fin: el amor de Dios se extiende y alarga su venida por amor al ser humano. ¡AÚN HAY OPORTUNIDAD DE SUBIRSE AL TREN! Mañana puede ser tarde.


- La abominación desoladora, la bestia, pondrá su trono en Jerusalén: tendrá a todos embelesados por un tiempo para después extorsionarlos, vejarlos y  manipularlos a su antojo. Si has escuchado frases como "nuevo orden mundial" piensa que es esto que estás leyendo.


- Esto hará que haya una tribulación como jamás en la historia la ha habido: la bestia se quitará la máscara y querrá ser adorada como Dios.




- La naturaleza será conmovida de forma terrible: los elementos se caerán, arderán, terremotos, maremotos, incendios y un sin fin de calamidades ocurrirán.




- Jesús volverá en una nube con poder y gran gloria y todos los que no han creído al evangelio lamentarán indescriptiblemente no haber obedecido al llamado de Jesús: acuérdate de esto si estás entre los que no han creído en el evangelio salvador de Jesús.


- Los ángeles juntarán a todos los creyentes de todos lados, de todas las épocas: ¡yo estaré entre ellos porque tengo fe en Cristo! ¿Y tú?



- Nadie, excepto el Padre, sabe cuando sucederán estas cosas: Nostradamus no lo sabe; los testigos de Jehová tampoco, ni siquiera los gurús de esta sociedad lo saben, Satanás menos. Solo Dios lo sabe.




- Se compara nuestro tiempo con el de Noé. Las personas viven para sí, solo piensan en fiestas, diversiones y ocio. El espíritu está descatalogado y no se tiene en cuenta a Dios: el vivir de fiesta en fiesta muestra a un ser humano superficial que no quiere enfrentarse a las cuestiones importantes de la vida y lo deja todo para mañana "hasta que el cuerpo aguante". ¡OJO! otra señal de los últimos tiempos.


Amigo lector, mi deseo es inquietarte, asustarte y ponerte alerta para que te salves del infierno. A este horrendo sitio van los que han cometido el tremendo error de rechazar a Cristo. ¡Jesús te ama! pero tu forma de vivir te aleja de Él. Necesitas arrepentirte de tus pecados y creer en Jesús con todo tu corazón y con toda tu mente. Esto te librará de algo peor que los acontecimientos que he descrito arriba: te librará de la muerte eterna. Imagina un lugar donde no cabe la esperanza; la felicidad ni siquiera se puede soñar; los remordimientos te consumen eternamente; Dios no está.


¡HUYE! amigo mío. Por el amor de Dios ¡HUYE! del infierno. El infierno no es esta tierra sino un lugar maldito lejos de todo lo bueno y bello. ¡HUYE Y CREE EN JESÚS!

Jesús vino para que pudieses huir de la condenación eterna. Él pagó el precio de tus pecados como lo haría alguien que estuviera dispuesto a pagar tus deudas poniéndose en tu lugar. No rehúses esta oportunidad de salvación que Dios te ofrece. Dile a Dios que te arrepientes de tus pecados, que te salve, que crees en su Palabras y que le recibes como Señor y Salvador de tu vida. ¡HAZLO! no te arrepentirás.

Las señales del fin están pasando frente a nuestros ojos pero por desgracia no hay más ciego que el que no quiere ver. ¿Estás tú entre los ciegos?






Jesús afirmó:

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 
(Mateo 24:35)

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

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