sábado, 19 de abril de 2014

Semana Santa: Capirote

Históricamente a dos personajes se les pone una capucha o capirote: a los que van a ser ajusticiados y a sus verdugos. A los primeros se les coloca la capucha para que no seamos testigos de sus caras contorsionadas por la angustia y el dolor. A los segundos, para seguir en el anonimato. A nadie le gusta estar en la piel de un reo de muerte ni tampoco en el pellejo de un verdugo. Pero puestos a elegir, ¿qué papel preferiríamos? ¿La del que salva la vida por más tiempo o la del que pierde su vida antes de tiempo? Realmente todos hemos estado en los dos extremos de la cuerda.


Como extraído de la imagen del penado está la figura del nazareno. Los nazarenos son penitentes que provistos de capirotes buscan el perdón o alguna gracia divina. Más allá de lo coherentes que sean los sentimientos espirituales de las personas que pagan por ir en pos de los típicos tronos de Semana Santa, está la realidad de lo que escenifican visualmente. Los mismos penitentes que piden perdón a Dios fueron los culpables que llevaron a Jesucristo a morir en una cruz. Tú y yo.

Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. (Salmo 51:1)

El rey David muestra el conocimiento que tenía de Dios en las sencillas frases que acabas de leer. Como alguien que ha cometido la más alta traición, David ruega a Dios que tenga misericordia de sus rebeliones (pecados) de tal forma que sean literalmente borrados. David se atreve a implorar clemencia en base a que Dios es infinitamente piadoso. ¿Qué conocimiento tienes de Dios? Millones viven con ansiedad creyendo que Dios solo vive para castigar las ofensas, y viceversa, millones viven felices creyendo que Dios solo vive para perdonar las ofensas. Los primeros se han quedado con la imagen de un Dios vengativo y los segundos tienen la imagen de un Dios viejo, barbudo y bonachón. David era equilibrado, sabía que Dios castiga el pecado pero también sabía que Dios lo perdona absolutamente.

¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? (Salmo 139:7)

Por mucho capirote que nos pongamos, por muchas máscaras que usemos y por muchos disfraces que luzcamos no podemos escondernos de la mirada atenta de Dios. Dios no solo ve lo externo sino más profundo, Él percibe las cosas de la mente y el corazón. David nos enseña que no podemos ocultarnos de Dios y es por eso que debes preguntarte, querido lector, ¿qué ve Dios en mí? Dios ve en ti a una persona necesitada de Su amor y Su perdón, es decir, Dios ve en ti a una persona que necesita rabiosamente experimentar Su amor y Su perdón. ¿Cómo tener esa experiencia sublime? Sigue leyendo.

…anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz… (Colosenses 2:14)

A los reos se les levanta un acta que explica con pelos y señales sus delitos cometidos contra la ley establecida. Dios estableció una ley que todos hemos infringido. A esto la Biblia lo denomina pecado, por lo tanto, pecado es infringir la Ley impuesta por Dios. Los delitos deben ser castigados obligatoriamente o la ley y sus legisladores serían injustos. Dios es Justo y pagará a cada persona por sus pecados cometidos. Aquí no se salva ni el apuntador. Pero ahí no queda la cuestión. Entra en escena el amor de Dios por nosotros enviando a Su Hijo Jesucristo a pagar por nuestros pecados en una cruz. Desde entonces lo único que se le exige al preso es implorar el perdón de sus pecados a Dios y creer en Jesucristo. ¡NO PUEDES HACER NADA MÁS! O dicho de otra forma: ¡NO HAY NADA QUE PUEDAS HACER PARA AÑADIR A LO QUE YA JESÚS HIZO!


Haz que esta Semana Santa realmente sea santa en tu vida, marcando un antes y un después. Si crees en Jesús serás salvo eternamente pero si sigues con el capirote puesto el acta que hay contra ti perdurará.

¡Quítate el capirote!

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

1 comentario:

  1. Anónimo24.4.14

    Hola!!, he encontrado tu blog, a través de "Mas que azúcar" y a su vez me lo pasó Priscila Frugoni, que ahora es de mi Iglesia en Bilbao. Me alegra leer tan buenos post, llenos de la Palabra y del Evangelio, donde se proclama el Nombre de Cristo!, adelante! un gusto conocerles!!

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