sábado, 28 de marzo de 2015

Piedras Vivas

¡Por fin la ONU se reúne para tratar el tema de los cristianos perseguidos alrededor del mundo! Es como si hasta la fecha no hubiesen sabido del asunto. Como vivimos en la época de las grandes conspiraciones me voy a subir a ese carro por unos instantes. ¿Qué oscuro interés tendrán ahora los poderes fácticos para interesarse en estos momentos por tamaño problema? ¿Es que se ha llegado a tal punto de degradación moral que les ha salpicado sus bonitos y caros trajes y eso es intolerable? El primer mártir del cristianismo fue Jesús, el cual aviso a sus discípulos que ellos no gozarían de mejor suerte.

Cristo es la piedra viva, rechazada por los seres humanos pero escogida y preciosa ante Dios. Al acercarse a él, también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo. (1 Pedro 2:4-5)

El apóstol Pedro, en su primera carta pastoral, persigue un triple objetivo: dar ánimo en medio de las pruebas, perseverancia en medio de las pruebas y el propósito en medio de las pruebas para todos aquellos cristianos que habitaban en lo que hoy se conoce como Asia Menor. Pedro está escribiendo a cristianos que por su fe en Cristo sufren de exclusión social a todos los niveles, desde el simple rechazo hasta el exilio, de parte de judíos fanáticos y gentiles hostiles. Soportaban calumnias, violencias, odio, sospechas, pérdida de bienes y ruina material. Pedro quiere aconsejarlos y consolarlos con el fin de fortalecer su fe e inspirarles valor.[1]

En un artículo reciente sobre la iglesia sufriente, Faith Works, enumeró los grados de persecución que alguien puede enfrentar por practicar la fe religiosa:

1.         Desaprobación
2.         Ridículo
3.         Presión para adaptarse
4.         Pérdida de oportunidades de instrucción
5.         Sanciones económicas
6.         Rechazo
7.         Separación de la comunidad
8.         Pérdida de empleos
9.         Pérdida de propiedades
10.       Maltrato físico
11.       Violencia de turbas
12.       Hostigamiento de funcionarios
13.       Secuestro
14.       Trabajo forzado
15.       Prisión
16.       Tortura física
17.       Asesinato o ejecución[2]

Por todo ello el mensaje del apóstol es crucial para nosotros hoy, más que nunca. El secreto de nuestra fortaleza en medio de las pruebas es JESUCRISTO. En Su ejemplo hayamos los elementos necesarios que nos alientan a perseverar sabiendo que hay propósito en medio de las pruebas. Dios pone a prueba a Sus hijos con un propósito eterno que comenzamos a vislumbrar ahora pero que contemplaremos en todo su esplendor en la eternidad. Dios tiene la meta de hacernos fuertes para que seamos como Dwayne Johnson “The Rock” pero en el terreno espiritual. Puras rocas que reciban los golpes, que los sufran, que les duelan pero que imiten a Cristo en los momentos más fatídicos elevando esta oración:

Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú. (Mateo 26:39)

Como expresó Billy Graham: “Las cumbres son para divisar e inspirarnos, pero el fruto crece en los valles”.[3] Por lo tanto, no es de extrañar que los que no conocen a Cristo, porque viven alejados de Él, prefieran ser perseguidores y no piedras vivas como el Maestro. Acércate a Jesús, querido lector, para que vivas por la eternidad. Si sigues alejado de Él te estarás condenando a ti mismo. Lee la Biblia y ella te guiará por el camino de la salvación. Después podrás elegir ser…

…perseguidor o piedra viva.

¡QUE DIOS TE BENDIGA!




[1] Carlos R. Erdman, Las Epístolas Generales, (Grand Rapids: Michigan, T.E.L.L., 1967) p. 51
[2] Ilustraciones Perfectas, pp. 239-240
[3] Ibídem, p. 141

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