sábado, 9 de abril de 2016

Ciencia o Religión

‒Profe, ¿te puedo hacer una pregunta? (Me dijo un alumno hace unos días)

‒Por supuesto. (Le respondí de forma entusiasta)

‒ ¿Ciencia o religión? (La pregunta me encantó)

‒Es que en la escuela nos han dicho que decidamos si creemos en “el gran Dios” (dijo con voz jocosa) o en la evolución (dijo con voz seria).

Sinceramente, no me extrañó que su tono de voz imitase lo que hoy día la gran mayoría hace: se toma a broma la idea de un Dios creador, y aboga por la idea de millones de años evolutivos. Es obvio que vivimos inmersos en una sociedad proclive a creer que su ciencia es la verdad y Dios un mito del pasado.

‒Ni ciencia ni religión. (Le contesté sin dudar. Reconozco que lo dejé un poco perplejo)

Le expliqué de forma concisa que hay dos tipos de ciencia. Hay verdadera ciencia y falsa ciencia. La ciencia verdadera es aquella que puede demostrar sus ideas empíricamente, es decir, de forma práctica y visible a todos,  y la ciencia falsa es aquella que no puede demostrar sus ideas empíricamente, es decir, de forma práctica y visible a todos. La falsa ciencia es la que proclama que la evolución es la respuesta a nuestros orígenes pero se mueve en el mundo de las ideas y no de los hechos demostrables. La evolución es una creencia, no una ciencia.

Continué explicándole que la religión es el intento del hombre por acercarse a Dios por medio de ritos inventados y, por lo tanto, eso a Dios no le interesaba. Yo prefiero el cristianismo porque no tiene nada que ver con la religión ya que es una relación íntima de cada cristiano con Jesucristo. La religión ata y la relación con Jesús libera.

Acabé mi explicación argumentándole dos cuestiones: Detrás de un invento hay un inventor. Si cuando vemos un reloj rápidamente sabemos que una persona lo inventó ¿por qué cuando contemplamos la naturaleza pensamos que fue el azar evolutivo? ¡Absurdo! Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos (Salmos 19:1). La evolución degrada a las personas y el cristianismo da valor a las personas porque su esencia es el amor. Si somos origen del azar, ¿Qué valor tenemos? ¿Quién dicta lo bueno y lo malo? Todo es relativo y… ¡sálvese quien pueda! El amor de Dios por nosotros se demostró de la siguiente forma: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3:16).

‒ ¿Tú por cual te decidiste? (Esta vez pregunté yo)

‒Uhmmm…profe…aún no lo sé. (¡Bien! Hay esperanza, pensé para mis adentros)

¿Hay esperanza contigo?


¡QUE DIOS TE BENDIGA!

No hay comentarios:

Publicar un comentario